La piel es uno de los órganos de mayor tamaño de nuestro cuerpo y desempeña muchas funciones. Aparte de establecer una barrera protectora frente a las agresiones físicas y los microorganismos, cumplen un papel clave en el control de la termorregulación, en la prevención de la pérdida de líquidos, en la síntesis de vitamina D y en el contacto con el entorno a través de la sensibilidad. La piel presenta dos capas principales, la epidermis (externa) y la dermis (interna), separadas por una membrana basal.
Las quemaduras que dan lugar a una destrucción parcial o completa de la piel y de sus anexos (folículos pilosos, uñas y glándulas sudoríparas) pueden ocasionar alteraciones locales y sistémicas, como compromiso inmunitario, hipotermia, pérdida intensa de líquidos, infección y cambios en el aspecto, la función y la imagen corporales.
- Profesor: Javier Rodriguez