La atención a pacientes con enfermedades respiratorias exige un enfoque que va más allá del tratamiento de los síntomas físicos. Si bien es esencial abordar la inflamación pulmonar, la obstrucción de las vías respiratorias y otros aspectos fisiopatológicos de estas enfermedades, también es fundamental tener en cuenta el impacto emocional y psicológico que conllevan. Los pacientes con enfermedades respiratorias a menudo enfrentan dificultades respiratorias, limitaciones en la actividad física y una disminución en su calidad de vida general. Por lo tanto, la atención médica debe ser integral y abarcar no solo la gestión de los síntomas físicos, sino también el apoyo emocional y la educación del paciente.